Hace pocos días fui al
dermatólogo para que me echase un vistazo a unas manchas que me habían salido
en las espinillas de ambas piernas. Tras examinarme exhaustivamente, el doctor
se dirigió a mi esposa, y en un apartado anexo estuvo charlando con ella por
espacio de cinco minutos. Al volver me dijo que se trataba de una infección
llamada "callatés", producto de las patadas que ella me da para que
me calle cada vez que digo algo inapropiado delante de otras personas y que yo
nunca sé a qué se está refiriendo.