Mi tío Venancio es un hombre
de voluntad férrea. Y muy supersticioso. No hay día en que al levantarse lo
haga con el pie izquierdo. Pero un día se nos mata. Hemos tenido que quitarle
cualquier objeto que haya delante de su cama y que pueda herirle, y todo ello a
causa de su obsesión por levantarse con el pie derecho. Él dice que le da
suerte.
Lo cierto es que no hay quien le haga entender que la pierna
derecha la tiene seccionada desde la rodilla para abajo y que la perdió en la
guerra civil española, acabando día sí y día también, empotrado contra el suelo
y a riesgo de matarse.