Jesucristo,
antes de subir a los cielos, dijo que era más fácil que un camello entrase por
el ojo de una aguja que un rico lo hiciese en el reino de los cielos.
No parece que esta profecía afecte en demasía a los
ricos, ya que han hecho caso omiso, a juzgar por sus ansias de amasar fortuna
fruto de la codicia y la ambición.
Si, como parece, los ricos son de derechas –políticamente
hablando – ahora entiendo que sepan que nunca entrarán en el reino de los
cielos, pues ahí arriba el que está sentado a la derecha de Dios padre, es
Jesucristo.
Por tanto, habrán pensado que si ese puesto influyente ya
está cogido, mejor pasarlo bien aquí abajo. Con unos cuantos golpes en el
pecho, una dosis justa de hipocresía, y una misa los domingos y fiestas de
guardar acompañado de unas monedas para el cestillo, quizá encuentren el perdón
para conseguir “el ascenso”, pero no para el puesto ansiado.
Lo que nunca supe es quién se sienta a la izquierda
de Dios ¿Algún arcángel? De cualquier manera, sean los que sean los que allí
arriba se sientan, y en la forma que lo hagan, creo que ya va siendo hora de
que se levanten, y que si tienen que adelantar el apocalipsis, que lo hagan
cuanto antes, porque aquí abajo ya no hay cristiano que lo soporte.
¡Que
pongan orden a tanto desaguisado que hay aquí en la Tierra, en el verdadero
infierno de los vivos!