Acuérdate, de vez en cuando,
que no se te olvide fumar, beber una copa, conducir a ciento veintidós kilómetros por hora,
hacer el amor entre semana, detenerte un instante para reflexionar, escuchar las
preocupaciones de tu hijo, mirar un atardecer, pararte a oír el sonido de la
lluvia, desconectar del mundo o hablar con un buen amigo.
Porque de lo contrario, de lo que no te estás acordando es de
vivir.
SI te ha gustado, COMPÁRTELO