El ser humano, que es capaz de
lo mejor y lo peor, hizo algo impagable: la música. La que te eleva a los más
altos estados de euforia, y la que te sume en la más profunda de las tristezas. La que si
después de escucharla (no oírla), te muestras indiferente y no te revoluciona
los sentidos, debe ser lo más parecido a estar muerto.
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11 mar 2015
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A MÍ NO me gusta la política. Lo que pasa es que el otro día estaba viendo los resultados de los encuentros de fútbol internacional, por...
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