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19 feb 2024

Luna

 

La Luna iluminó tu cara. Yo lo sabía, a pesar de que la estábamos viendo desde distintos puntos de la tierra. Pero la había observado tantas veces que no necesitaba tenerla a mi lado. Tampoco a ella. 

Habíamos roto hace meses, pero seguía sintiendo su presencia en cada noche estrellada. Era como si la Luna fuera un espejo que reflejaba su belleza y su dolor. Un dolor que yo le había causado, y que ahora me consumía. 

Quería olvidarla, pero la Luna no me dejaba. Era mi castigo y mi consuelo.



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