Número de visitas al BLOG

22 abr 2022

Día erróneo

 


Me rebullí en la cama cuando más a gusto me encontraba. Mi mujer, como siempre, me echó en cara que hiciese ruido y me dijo que me estuviese quieto. No la hice caso y me dispuse a arreglarme como cada día. Cuando estaba listo para marcharme, y acometer aquel precioso día de marzo que con su sol radiante se presentaba ante mí, volví a oír la voz de mi mujer diciéndome que tuviese cuidado, que el día engañaba bastante.

        Como siempre, aunque yo no lo admitiese, tuvo razón. El día engañaba. Tanto que al llegar al trabajo, y encontrarme las puertas cerradas, caí en la cuenta de que era domingo.

©Pramírez Perago

SI te ha gustado, COMPÁRTELO