Hoy es la fiesta del trabajo.
Curiosamente en esta fiesta no se dejan ver muchos de los que están sobrados de
él, porque algunos tienen tanta suerte que nunca les falta, y cuando les falla
siempre hay algún amigo que rápidamente se lo repone en cualquier parte lejos
del mundanal ruido, posiblemente para devolverle algún favor pendiente en el
pasado.
Aquí en España no la celebran casi el veinte por ciento de
los trabajadores, porque no tienen nada que celebrar. Estos y aquellos faltan a
la fiesta por distintos motivos. Los primeros, bastante maltrechos,
desilusionados, hartos de corruptos que se llevan nuestro dinero, bastante
tienen con quedarse en casa para lamerse las heridas, y los segundos
disfrutando de sus maravillosas mansiones para poder seguir lamiendo culos.